me gusta caminar rapido, me gusta llegar a la cima de la montaña y fumar un cigarro.Bajando el viento frío que sopla en la cara desde lo mas lejano de la montaña de al lado me divierto caminando aun mas rapido. Me detengo, mojo mi cara con agua recien descongelada, sigo caminando cuesta abajo con ritmo de desaventurado esperando por el guia que se quedo retrasado. Ya cuando llevaba casi una hora de bajada encontre la casa Arana y me sente en el prado a mirar los tallados y a esperar el flujo de los cansados, llegaron unos cuantos al rato y detras de ellos el guia bien aventurado, tomamos el camino de la izquierda y seguimos bajando mientras Muellamuez crecia de arriba hacia abajo.
comimos, por que el hambre si que nos tenia asotados y seguimos caminando, pero ya no por el camino viejo, caminamos por los cuerpos, los astros, los sueños y las vidas ya despedidas. Aprendimos a pisar con calma, a saber donde poniamos cada pesuña antes de dar el paso y así nos fuimos despidiendo de las tierras, los campos y los valles, y los rios, nos fuimos adentrando en nuestra soledad y por la sombrita caminamos hasta estos dias en los que recuerdo con melancolia
mejores dias.